Inicio

Luis Zamora Calzada

Escuela Pública Rumbo A La Privatización

Resulta altamente ilustrativa la nota de Enrique Calderón Alzati: “La ignorancia como política de gobierno”, publicada en el diario La Jornada el sábado 18 de marzo del año que transcurre, en la parte que interesa escribe:

“¿Por qué este empeño en continuar un proyecto educativo condenado al fracaso, tanto por sus errores como por la heroica resistencia de los maestros y el respaldo de la sociedad? Hay dos razones para ello: una, en virtud de los grandes ingresos que la privatización de la educación significa para los dueños del capital representados por la OCDE; la otra, relacionada con las ventajas que asegura para los grupos del poder: la creación de un sistema educativo clientelar, ajeno al pensamiento crítico, para las familias de bajos ingresos, que al estar imposibilitadas para pagar colegiaturas, constituirían la reserva de votos, necesarias para asegurarles la conservación del control político de la nación.

Sólo para dar una idea de las dimensiones de lo que está en juego, pensemos que el proyecto del gobierno permitiría convencer a familias de ingresos medios para que 10 millones de estudiantes abandonen la educación pública y decidan pagar colegiaturas de 4 mil pesos mensuales, lo que representaría 500 mil millones de pesos anuales, constituyendo una ahorro para el gobierno y al mismo tiempo un costo para las familias, que contratarían créditos anuales para pagarlo, endeudando su futuro con los bancos que les otorguen los créditos necesarios.

¿A dónde irían a parar los ahorros que el gobierno obtendría con la reducción de la matricula? Dados los niveles de corrupción y voracidad de la actual clase política, no es difícil imaginar su destino, mientras el pago de intereses de 18 años de colegiatura de los jóvenes que cada año terminen sus estudios nos da una idea del negocio que la educación puede representar para los bancos, en intereses para los capitales representados por la OCDE….”.

A partir de estos ejes de análisis se pueden entender diversas acciones de la Secretaría de Educación Pública en manos de tecnócratas interesados en los negocios, ya sea porque son socios o por mantener sus privilegios que los hacen ser diferentes económicamente a los habitantes de esta nación.

Desde el gobierno se ha impulsado el descredito de la escuela pública, sistemáticamente se ha dañado la imagen del maestro, colocada como incompetente, revoltoso, con falta de preparación, reprobado de exámenes  para la permanencia, flojo, inculto, organizador de suspensiones de clases que afectan a las familias, generador de generaciones de estudiantes con resultados deficientes, egresados que por fallas del maestro no obtienen un buen trabajo o simplemente no son contratados, entre otras culpas que imputa el gobierno al maestro para generar el rechazo de la sociedad a su imagen.

Con ello pierde la escuela pública, las imágenes televisadas de un maestro agresivo, golpeador, confrontador, desinteresado en dar clases, como fue exhibido en los paros y conflictos de Nochixtlán, Oaxaca (por la abierta oposición a la reforma del artículo 3ro. y 73 Constitucionales) como claro ejemplo de la estrategia gubernativa para crear en el imaginario social un nivel inicial de odio en contra de la imagen del maestro e inducir a un pensamiento respecto a una escuela que brinda el Estado carente de calidad, para buscar alternativas ilusorias en la privada, en la que muchos maestros son colaboradores ─¿Cuántos maestros de escuelas públicas tienen a sus hijos en escuelas privadas?─, acción que conlleva de manera inherente interpretaciones en perjuicio de la educación pública.

  

En un recuento de hechos para degradar la imagen del profesor no puede quedar en el olvido el día que algunos medios de comunicación oficiales pretendieron asociar la carrera delictiva de Servando Gómez Martínez alias la “tuta”, calificado en su momento como “el criminal más buscado”, señalando como causante de tal trayectoria sus estudios en la Escuela Normal de Maestros de Arteaga Michoacán, con el título de profesor de educación primaria en 1991.

Con esa tendencia se buscó imponer en la sociedad una imagen de un maestro delincuente, que puede ser el docente de sus hijos, trabajando en la escuela pública, colocando en riesgo a los estudiantes y a la sociedad.

La ofensiva del gobierno en contra de los maestros es permanente, no para, hoy la mayor afrenta es colocarlos como promotores del PRI, sacarlos de sus aulas para tareas partidistas con la complacencia de la autoridad, actos que los ciudadanos no pasan en alto, continuando con el descredito de la imagen magisterial por la impopularidad del Revolucionario Institucional.

A la luz de los hechos, se puede deducir la tendencia del PRI para privatizar la escuela pública desde los  gobiernos a su cargo para beneplácito de los empresarios de la OCDE y en detrimento de la educación pública, laica y obligatoria a que tiene derecho el pueblo, inserto como mandato en la Constitución Política del país, que parece no interesar al grupo gobernante en turno, imperando su inclinación a los negocios que les garanticen ganancias económicas actuales y futuras que den otros niveles de vida a sus familias. Usted maestro ¿qué opina?

Leave feedback about this

  • Quality
  • Price
  • Service

PROS

+
Add Field

CONS

+
Add Field
Choose Image
Choose Video

tres × cinco =

X