La muerte de Javier Valdez resulta un golpe muy fuerte para el gremio periodístico, quienes nos encontramos desprotegidos ante la violencia del crimen organizado.
Javier Valdez ya lo había con otras palabras, en este país hay cosas que no puedes decir porque si las dices te matan.
Javier Valdez era un reconocido periodista por lo que escribía acerca del narcotráfico, era un referente al ser especialista en el tema, y por esa razón lo asesinaron, como ha sucedido con muchos otros periodistas mexicanos, que insistimos, están en la total desprotección.
Sin embargo, el gremio no está destruido y hay muchos que no dejarán de hacer lo que hacen, de escribir lo escriben, a pesar de la inseguridad.
En días pasados, los reporteros salieron a las calles a exigir justicia por Javier Valdez y otros compañeros caídos, todo esto bajo lo consigna: “Que corran ríos de tinta, no de sangre”.
Esto lleva a muchas reflexiones sobre todo lo que se esconde en este país, sobre lo que se tiene prohibido decir, no sólo del narcotráfico, sino de los poderosos de este país, capaces de hundir un medio.
Entonces cómo se puede hablar de libertad de expresión, de libertad de prensa, de acceso a la información.
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, salió a decir lo que siempre dice en estos casos, que su gobierno actuará con firmeza, sin embargo, aún la ciudadanía sigue esperando que se actúe con firmeza en los casos de otros periodistas caídos, en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, los muertos de Tlatlaya, de Oaxaca y de todo el país, que pareciera ser un cementerio.
El mandatario ha prometido actuar con determinación para detener y castigar a los responsables de los asesinatos de periodistas, espero que estas palabras sean reales y no apele al olvido, muy frecuente en la sociedad mexicana.
Es así que presentó las Acciones por la Libertad de Expresión y para la Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, dividido en tres acciones.
En primer punto, que se fortalecerá la estructura y el presupuesto del Mecanismo de Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos.
También se establecerá un esquema nacional de coordinación con los estados, así como un protocolo de operación para hacer frente a las situaciones de riesgo contra los periodistas, y se fortalecerá la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión.
Y para rematar dijo que “no podemos permitir la censura ni las restricciones a la labor informativa de la prensa”, ni en medios impresos, radio, televisión, ni en plataformas digitales, pues “una democracia plena requiere que nadie calle su voz” y dijo que coincide con la demanda de que “no se mata la verdad matando periodistas”.
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