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Artículo.- En Edomex ¿Las adopciones de niños y niñas dejarán de ser engorrosas?

*En lo que se comprueba esto, lo importante es la existencia del Decreto 311, por el que se reduce el tiempo de gestión, de 36 a ocho meses

Por: Raúl Marcelino Victoria

Gracias al decreto número 311 por el que se crea la Ley de Familias Fuertes, para acortar el tiempo de gestión de adopción, al pasar de 36 a ocho meses, muchas familias que tienen problemas de esterilidad y que por ende no han podido procrear, la noticia les cayó del cielo.

Es que hasta hace un mes, los requisitos para adoptar a un niño o niña eran muy engorrosos, comenzando porque tenían que transcurrir tres años para ir reuniendo los requisitos de ley.

Qué bueno que en ese sentido, el Gobernador Alfredo Del Mazo Maza tuvo la sensibilidad y actuó elaborando junto con sus asesores, una iniciativa de decreto, enviada posteriormente al Congreso Mexiquense para ser remitida a la respectiva comisión para ser analizada y/o modificarla. En tiempo y forma la iniciativa de decreto fue discutida en el pleno para su aprobación en lo particular y en lo general.

Hace días, en Chicoloapan el titular del Ejecutivo Estatal firmó en el Centro de Asistencia Social “Ayudante al Niño”, el Decreto número 311.

Así, se creó la “Ley de Familias Fuertes”, para acortar el tiempo de gestión de adopción, al pasar de 36 a ocho meses, por lo que el mandatario estatal destacó que de esta manera “se da mayor protección a los menores en situación de abandono al permitirles ingresarse a un hogar donde sean tratados con cariño y respeto”.

Antaño, para adoptar las parejas tenían que pasar por todo un suplicio: esperar tres años, juntar documentos personales para entregar copias, tales como actas de nacimiento, comprobante de domicilio, llevar fotografías del domicilio reportado y del lugar donde viviría el niño o la niña.

Luego, tenían que esperar una temporada para que los documentos, datos y fotografías presentados fueran supervisados, constatados por personal del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM). En este sentido, siempre hubo negligencia, dilación, por lo que decenas de parejas se dieron por vencidas. Ya no insistieron más.

Bueno, en ese calvario, los niños y niñas iban creciendo hasta llegar a ser adolescentes, lo que dificultaba aún más la adopción. De ahí que las propias autoridades del DIFEM reconocieran que ya estando grandecitos, los menores de edad ya no eran solicitados por familias.

A decir de las autoridades, de cero a nueve años de edad, en un 58.2 por ciento había posibilidades de adopción y de más de nueve años las posibilidades llegaban al 70 por ciento.

En septiembre de 2017 había una población de 306 niños y niñas esperando llegara alguien que les invitara a ser parte de un hogar. Sobre este punto se registraban tres solicitudes al día, mismas que no avanzaban por lo anterior expuesto. En este año, 200 se reintegraron al núcleo familiar.

En junio de 2017, según el DIFEM las adopciones registran un incremento del 300 por ciento, dato que contrasta con las cifras de 2013, cuando sólo fue del 40 por ciento.

Hasta junio de este año en curso, en los albergues y centros de asistencia había 230 niños y niñas. En lo que hace al proceso de adopción, había un 30 por ciento de avance.

Qué lástima que para adoptar, los extranjeros eran atendidos de manera rápida para lograr adopciones; poder llevarse a infantes a sus países, aunque las posibilidades de saber que estaban bien eran muy remotas dadas las distancias. Esto irritaba y entristecía a las parejas mexicanas.

Y quiérase o no reconocer, ese panorama hubiera cambiado si la LXIX legislatura hubiera aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo, movimiento impulsado por la comunidad LGBT, sector de la sociedad muy interesado en las adopciones para que los angelitos iluminaran sus hogares.

A propósito en el evento de la firma del Decreto número 311, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México (TSJEM), propuso la creación del juzgado especializado en materia de adopción para tener la certeza de que se trata bien a la niñez. A pesar de la nueva ley, ¿las adopciones de niños y niñas dejarán de ser engorrosas?

 

 

 

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