-Es tanta su ambición que desde el Ayuntamiento salió la campaña en contra de Jonás Sandoval.
-Vecinos desmienten al alcalde morenista, señalan que fueron unidades del OPDM y empleados quienes repartieron propaganda.
Tlalnepantla / Estado de México
Mucho de qué hablar el gobierno municipal de Tlalnepantla, sobre todo en el tema del desprestigio, de todos es sabido que el alcalde Raciel Pérez Cruz busca su reelección, pero en este sentido hay personas que le hacen “sombra” para su propósito, en este próspero municipio no todos están de acuerdo con que vuelva a gobernar la Tierra de En medio.
Y estarán de acuerdo, que el enemigo a vencer es el ex director del OPDM, Jonás Sandoval Orozco, a quien le han manifestado que fue funcionario de la actual administración con documentos apócrifos, cuando el mismo presidente debería darle las gracias, quizá ya se le olvidó que fue su coordinador de campaña y le inyectó recurso para la misma, haciendo sus acuerdos que ahora damos cuenta simplemente Raciel Pérez no cumplió.
Después ha hecho comentarios negativos sobre este personaje político hasta llegar a decir que robó el padrón de contribuyentes del OPDM y que con toda esa información ha estado mandando misivas a los usuarios para que voten por él.
Pero aquí también todo les ha salido mal, en las redes sociales vecinos de diferentes colonias señalaron tajantemente que fueron camionetas del OPDM de donde bajaron empleados y que llevaban cajas con la propaganda que fue repartida, dicho en otras palabras, toda esa difamación salió desde el Ayuntamiento y con empleados del OPDM, así lo manifestaron, incluso dijeron que cuando gusten pueden ver las cámaras que tienen algunos vecinos en sus casas en donde se aprecia su dicho.
Situación que se dio a conocer hace unos días, pero sin pruebas contundentes en contra de Jonás Sandoval, así como estar haciendo campaña sin que sean los tiempos marcados por la ley electoral.
Se ve claramente que Raciel Pérez Cruz está muy nervioso, sabe de la capacidad de Jonás Sandoval y cree y supone que desprestigiándolo lo quitará de su camino, cree que por ser delegado estatal tiene poder para hacerlo a un lado, cree simplemente que todo lo merece y tampoco es cierto.
Tan es así la situación, que durante los cabildos da pena ver con que “cara entra” a las sesiones, a la defensiva, porque sabe que el regidor Adrián Juárez le va a cuestionar y eso no le gusta, ha querido imponerse como autoridad, pero al final no lo logra, solo queda al descubierto su incapacidad y la corrupción de sus funcionarios públicos.
Raciel Pérez Cruz está nervioso, sabe que se le puede caer “su teatrito” y perder su candidatura y no pierde el tiempo difamando a quien cree su más temido competidor.
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