Ixtlahuaca / Estado de México
La administración municipal 2013-2015 de Ixtlahuaca que encabeza Alberto Rebollo Montes de Oca se ha caracterizado por no contar con presupuesto para atender las necesidades y peticiones de la sociedad, pero sí para pagar chantajes, errores personales, viajes de placer, caprichos de grupo y compadrazgo.
A 20 meses de gestión gubernamental, el trienio priistas se ha visto envuelto en escándalos de diferente índole que ha resaltado más que el poco trabajo realizado en el municipio, repercutiendo económicamente en las arcas municipales del Ayuntamiento, desde donde se pagan y sanean los errores; estas malas acciones trae como consecuencia la falta de atención a la comunidad.
Hace un par de semanas se supo del chantaje del que fue objeto el alcalde Rebollo Montes de Oca por una “seudo-servidora pública” de nombre Cristina Martínez Cruz, quienes comentan que para retirar la demanda por acoso sexual y algo más de la que fue protagonista cobró la módica cantidad de 250 mil pesos y así evitar la demanda siguiera su curso legal.
Otro beneficio del que sacó provecho la “secretaria”, es que hoy se dice sigue cobrando en el Ayuntamiento de Ixtlahuaca, aún sin trabajar –como aviadora-; aunado a que fue recomendada en el municipio vecino de Atlacomulco –de donde es oriunda- y percibe un salario con otro nombre.
Este deshonroso acontecimiento se mencionó repercutió en la vida matrimonial del alcalde Alberto Rebollo quien para encontentar a su esposa y titular del DIF municipal le regaló un viaje de placer a Roma, donde juntos marido y mujer visitaron el Vaticano donde habita el Papa Francisco, aún y cuando a través del Cabildo pidió permiso para visitar otro país. Otra acción más que repercutió en la economía de los ixtlahuaquenses.
Ya con un presupuesto municipal malgastado, se anunció que con una inversión de 7 millones de pesos la remodelación de la plaza cívica sin saber el costo beneficio que representa para los habitantes, además que se conoció que en el proyecto original se tiene contemplado desaparecer el Jardín central, cuando se carece de áreas verdes en la cabecera.
Sólo basta recordarle al Edil que en el año 1999 cuando la entonces presidenta municipal Elda Gómez Lugo intentó hacer lo mismo, al no consultar a la gente y emprender una acción autoritaria, esta se le volteó y a través de firmas y unión comunitaria echaron abajo ese proyecto; hoy esto marcha por el mismo camino.
Habitantes de la cabecera además de manifestar su inconformidad y rechazo por esta obra que vendrá a afectar no tan sólo a residentes, sino al comercio formal e informal, se pronunciaron a favor de mejor edificar una Unidad Deportiva que tanto hace falta o áreas verdes de las que se carece.
Pero el malestar se incrementó entre la población del centro, al enterarse que más que un beneficio social, es un capricho del Presidente Municipal de Ixtlahuaca para favorecer la constructora de un amigo muy cercano a él y quien se desempeña en un alto cargo muy cercano al gobernador Eruviel Ávila Villegas, por lo que el tráfico de influencias, es la carta de presentación de esta obra.
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