No es la primera vez que se conoce sobre el abuso de poder por parte de la Policía del Estado de México y en esta ocasión fue hacia una reportera del diario Reforma, por lo cual la noticia trascendió y se difundió en diversos medios de comunicación y en las redes sociales, lo que derivó en la separación de sus funciones de cuatro mandos operativos (un coordinador operativo, un subdirector y dos mandos regionales) de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana, esto mientras se realizan las investigaciones para fincar o deslindar responsabilidades.
Mientras que el fiscal regional de Tlalnepantla y su jefe de unidad, optaron por separarse de sus cargos en la PGJEM para ser igualmente investigados y deslindar las responsabilidades que les pudieran adjudicar.
La reportera Iris Velázquez relató que, al cubrir un desalojo en Atizapán, fue detenida en este municipio y trasladada al Ministerio Público de Tlalnepantla, pese a que se había identificado como reportera.
Asimismo, solicitó auxilio por parte del presunto Fiscal de la PGJEM, sin embargo, el hombre respondió con burlas.
Mientras que un hombre, vestido de civil, le propinó tres bofetadas, un escupitajo y la exigencia de calzarse los zapatos al revés.
Luego una mujer toco sus genitales, presuntamente buscando el equipo: “A ver, hija de la chingada, tú aquí no tienes derechos. Mi credencial la agarraban, me la enseñaban y decían: reportera pendeja. Y me escupían”, narró la propia afectada.
La reportera permaneció encerrada en las galeras más de dos horas incomunicada, hasta que llegaron reporteros de otros medios de comunicación que se solidarizaron con ella.
La coordinadora del MP, Marilú Peña, mintió sobre la situación de la reportera al decir que estaba en el lugar para presentar una denuncia por robo.
Cabe mencionar que previo a la destintución, la Procuraduría mexiquense indicó que realizaría las investigaciones correspondientes para “deslindar” responsabilidades.
¡¿Deslindar?! Pareciera que con esa palabra dan por hecho que las cosas no sucedieron como las relata la reportera y que una vez más tratan de encubrir el actuar la policía estatal, tratan de que parezca que en el Estado de México no pasa nada, de que se respetan los derechos de las personas y se garantiza la libertad de prensa.
Pero lo cierto, es que se cuenta con una policía ineficaz y que vulnera los derechos humanos de las personas y de los periodistas en el ejercicio de su trabajo.
Pareciera que el dinero que invierte el gobierno del Estado de México en capacitación para las corporaciones policiacas se echa a la basura; pareciera que los filtros de confianza no están funcionando y que la preparación de los uniformados es mínima.
Ante esta situación y en contra de los abusos al gremio, la prensa del Estado de México se solidariza con Iris y en un evento en Tlalnepantla le exigieron al gobernador justicia, que no sólo intervenga, que ordene la destitución definitiva de los policías agresores y así poner un parteaguas en contra de la violencia hacia la presa y hacia las mujeres.
Leave feedback about this