*Para que los rateros no les roben sus tarjetas de débito o de crédito
Por Raúl MARCELINO VICTORIA
Toluca, México.- Ante el aumento de robo de tarjetas de débito o de crédito bancarias, es loable la solidaridad de medios electrónicos (las radios) que están alertando de manera contundente a los usuarios de los servicios financieros para prevenir a la población y disminuya este tipo de delitos.
Es que bandas conocedoras del manejo de los cajeros automáticos se estén dedicando a robar tarjetas para posteriormente hacer compras en tiendas de autoservicio sin ética; con tal de hacerse de dinero a los empleados que atienden las cajas de los centros comerciales los instruyen para recibir micas sin exigir credencial.
Sí, hay negociaciones que se hacen cómplices de los rateros al hacer turbios movimientos sabedoras que nadie les supervisa su función amiento en plena era de la digitalización, del uso de las computadoras con las cuales se supone se tiene mayor control, en este caso, de los las transacciones económicas.
No obstante a los bancos, como Banorte, que prestan servicios a los ciudadanos y ciudadanas no les interesa en lo más mínimo las verdaderas investigaciones en la búsqueda de soluciones al robo de tarjetas de débito o de crédito. Al hacer los usuarios sus reportes de haber sido víctimas de estos delitos, los empelados y quienes reciben reportes en oficinas centrales de los bancos vía telefónica son negligentes; transcurriendo las horas, los días, en tanto los modus operandis de los delincuentes avanzan exitosamente.
En lo referente a la actuación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (PGJEM), los representantes sociales integran bien las carpetas de investigación, las turnan a la policía ministerial y a las mesas de seguimiento, inclusive de envían peticiones a la policía cibernética para realizar las investigaciones. Y las carpetas de investigación se van acumulando.
Al respecto, a decir de una fuente de la FGJEM al solicitarle a los bancos copia de los videos y de los audios, en la mayoría de los casos los bancos salen con que no sirven las cámaras o de plano no las hay en los cajeros, lo que, de ser cierto entorpecen las investigaciones. Por eso muy poco pueden hacer los policías ministeriales cuya posición es “los bancos son los responsables”.
En este contexto el afectado se queda en el abandono peregrinando de un lugar a otro esperando una solución, después de todo nadie se siente bien sin dinero para poder cubrir gastos personales o familiares, la única opción es endeudarse con las amistades o solicitar la solidaridad de amistades aunque hay poca respuesta.
Para atacar de raíz el robo de tarjetas de débito o de crédito los bancos deben aceptar trabajar en coordinación con la Condusef y con la FGJEM, en el primer caso para que solidariamente los usuarios tengan liquidez económica y puedan seguir haciendo uso de los servicios financieros que permitan cubrir gastos personales y familiares mediante la entrega de la cantidad robada con la salvedad de que queden abiertas las carpetas de investigación.
En el segundo caso para que los delincuentes sean detenidos, se les vincule a proceso y que el juez de la (o las causas) apliquen la ley en la materia y paguen con cárcel sus fechorías, además de aplicar la Ley de Extinción de Dominio para que las instituciones bancarias recuperen las cantidades entregadas a sus derechohabientes de manera solidaria, rematando los bienes confiscados. En lo que se ponen las pilas, es loable la solidaridad de medios electrónicos (las radios).
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