Tejupilco / Estado de México
Por: ARTURO VÍQUEZ
Sepultan al periodista «calentano» Nevith Condés Jaramillo, después de haber localizado su cuerpo el pasado sábado en un paraje despoblado de la comunidad de Cacalotepec perteneciente al municipio de Tejupilco Estado de México.
Pasadas las 2 de la tarde del domingo 25 de agosto, el cortejo fúnebre salió de su casa y avanzó sobre la calle Juárez para dirigirse a la parroquia de «San Pedro Apóstol» donde se ofició una misa de cuerpo presente.
En el recinto religioso, familiares, amigos y periodistas escucharon en voz del sacerdote el descredito de este tipo de acontecimientos, reprobando el hecho suscitado a quien calificó como un hombre de bien, quién se distinguió por ayudar a su prójimo, así como denunciar las injusticias de autoridades.
El reloj de la cúpula derecha de la iglesia marcaba las 4:08 de la tarde cuando se abrió paso al féretro de color café madera en el atrio, quien portaba en la parte superior una camisa deportiva de color amarillo del equipo América, el cual salió cargado por hombres de vestimenta negra.
Según reportes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) el cuerpo presentaba heridas hechas por arma blanca y visible degollamiento al ser localizado en las primeras horas del sábado.
Más de un centenar de gente entre aplausos, porras, coreando su nombre y exigiendo justicia de viva voz y a través de cartulinas, acompañaron a Nevith Condés Jaramillo hasta su última morada, entre notas musicales que entonó un mariachi con temas que acrecentaban el llanto y la tristeza de los presentes.
El editor del portal digital «El Observatorio del Sur» se distinguió desde hace un par de años por su periodismo de denuncia y apoyo a la sociedad quién lo calificó de a pie, cercano a la gente; mientras él lo bautizó como «periodismo calentano».
No tan sólo las voces de sus familiares y amigos exigen justicia, se investigue este lamentable acontecimiento y se dé con el o los responsables de tan artero crimen; también el gremio periodístico analiza una reacción al respecto, ya que como dijo el director general de la radio comunitaria de Luvianos Indalecio Benítez «este asesinato no es personal, golpearon a todo un pueblo».
Pasadas las 5 de la tarde y ante una temperatura que oscilaba entre los 30 grados centígrados y en un clima visible de dolor, llanto y tristeza; justo cuando el féretro entraba a su sepulcro y tal como él lo pidió cantaran el día de su sepelio la canción de José José «Seré».
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